La Russelia equisetiformis es otra planta arbustiva originaria de México que se caracteriza por sus largos tallos colgantes, finos y muy ramificados, pudiendo llegar a los 3 metros de largo. Sus hojas son muy pequeñas y apretadas, hasta tal punto que recuerdan las escamas de color verde intenso. La Russelia equisetiformis es una planta perenne de porte leñoso que pertenece a la gran familia Plantaginaceae, comúnmente se conoce también como lágrimas de amor.
CULTIVO. La Russelia es planta fácil de cultivar que no requiere de muchos cuidados. Sin embargo debemos tener en cuenta que es sensible al frío, por lo que si se cultiva en el exterior, durante el período invernal debe trasladarse al interior para protegerla de las temperaturas por debajo de los 10°C. La exposición puede ser tanto a pleno sol como a semisombra, pero las horas más calientes de los días de verano si podemos evitaremos la exposición directa al sol.
RIEGO. El riego de la Russelia debe ser regular, sobretodo durante durante la primavera y el verano, esperando a que la superficie del terreno quede seca para volver a regar. Durante el otoño y el invierno se debe reducir el riego un poco.
SUELO Y TRASPLANTE. Estas plantas no son demasiado exigentes con el tipo de suelo, aunque lo ideal es un buen manto formado por turba y arena gruesa o perlita a partes iguales. La arena sirve para favorecer el drenaje del agua del riego, pues la Russelia no tolera nada bien los encharcamientos. El momento para trasplantar es a finales de invierno, antes de la floración de la planta y únicamente cuando la maceta ya sea demasiado pequeña para la planta.
ABONO. podemos añadir abono al agua de riego para la planta una vez cada dos semanas. Para escoger el abono es aconsejable leer bien la composición en la etiqueta antes de comprarlo y comprobar si además de los elementos principales (nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) contiene microelementos. Aunque no es algo obligatorio, los microelementos como el hierro, el magnesio, el cobre, el cinc, etc., complementarán mejor las necesidades nutritivas de la planta, aportando también los compuestos que necesita en cantidades mínimas.
PODA. Una poda de mantenimiento a finales de invierno es bueno para que las plantas estén más espesas y la floración sea más abundante. Para ello cortaremos los tallos viejos dejándolos cerca de un tercio de su longitud, también retiraremos las partes secas, dejando solamente las partes sanas de nuestra Russelia.
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