Riego adecuado
Con las altas temperaturas es importante aumentar la frecuencia de riego, pero no saturando las plantas con agua, sino regando más a menudo, de manera que mantengamos la humedad en la tierra. Estos riegos, más cortos pero con más frecuencia, mantendrán las plantas hidratadas y frescas lo suficiente como para aguantar bien un intenso día calor. De este modo además evitaremos los encharcamientos y la creación de hongos. Si de vez en cuando aplicamos un poco de agua pulverizada sobre el follaje las plantas no podrán estar mejor.
Busca un sitio en tu jardín donde construir una estructura de madera para las enredaderas. La construcción de una pérgola, ya sea a los cuatro vientos o adosada a una pared, es una forma de acomodar un sitio donde relajarse que se integre plenamente en tu el jardín. Las plantas trepadoras rápidamente cubrirán la estructura y te brindarán una agradable sombra.
Durante el verano el agua es tu mejor aliado
La presencia del agua en un jardín durante la temporada de verano es de lo más refrescante y algo que no podemos olvidar. Si tenemos el suficiente espacio, la instalación de una piscina nos dará la frescura que buscamos en el verano. Aun cuando no estemos en el agua el jardín se verá más apetecible. En caso de que nuestro jardín no sea lo suficientemente grande, podemos colocar una fuente o un estanque, que aportará un toque de frescura también muy agradable.
Disfruta del jardín durante la noche
Después de un día duro de calor es muy agradable poder aprovechar la frescura de la noche. Y es algo tan sencillo como instalar una iluminación adecuada para tu jardín, así además de ganar un nuevo espacio en el hogar, nos podremos refrescar sin la necesidad de tener un aire acondicionado. La iluminación puede ser muy creativa, se pueden colocar luces en sitios estratégicos, entre las plantas o incluso dentro de la piscina o del estanque.
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