Semilleros caseros fáciles y útiles

Si queréis reutilizar los semilleros, estos deben ser de corcho o plástico, pues los que están hechos de turba son biodegradables y están pensados para ser enterrados en el suelo o maceta en el momento en el que se realiza el trasplante. De este modo nos aseguramos de no dañar las raíces de las pequeñas plantas.
Una vez elegidos la semilla y el semillero, debemos rellenarlo con un sustrato especial para semilleros. Es aconsejable mezclar el sustrato con vermiculita o echar un poco por encima del semillero una vez terminada la siembra. La vermiculita servirá para que retenga el agua y los nutrientes al máximo, al tiempo que los libera paulatinamente en las plantas.
Una vez tengamos los semilleros rellenados con sustrato compactar ligeramente, teniendo en cuenta que una vez compacto debe quedar medio centímetro por rellenar. Pero antes debemos colocar las semillas en su interior, pero no todas las plantas funcionan igual, dependiendo de la planta pondremos más o menos semillas. Si se trata de hortalizas como el caso del pimiento, el tomate, el calabacín, etc., con dos semillas bastará, pues si germinan las dos se podrá eliminar una de ellas. En el caso de la cebolla o el puerro por ejemplo, podemos poner tres o cuatro, si germinan todas cuando las trasplantemos las podremos separar y tendremos más unidades.

Los primeros riegos deben ser con agua muy pulverizada, para ello os podéis ayudar de un pulverizador. Humedecer todo el sustrato del semillero, debéis conseguir que esté completamente mojado para conseguir una germinación perfecta.
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