El papiro es una planta semiacuática es una de las más antiguas de la Tierra. Recorría la tierra de Egipto bordeando los márgenes del río Nilo. Los egipcios la utilizaron para fabricar el primer papel del mundo. Es una planta de crecimiento rápido que puede alcanzar entre 2 y 3 metros de altura, de color verde vivaz, con con hojas en el extremo que crecen hacia arriba y caen ligeramente, recuerdan la forma de las palmeras. Es una bonita planta para decorar estanques ajardinados.
ILUMINACIÓN. Para esta planta la luz es indispensable, debemos ubicarlas en una zona bien iluminada. Si cultivamos papiro en el interior lo mejor es ponerlas cerca de una ventana para aprovechar al máximo la luz.
TEMPERATURA. El papiros es una planta que prefiere los ambientes cálidos y húmedos. Para que se pueda desarrollar plenamente, es conveniente que la temperatura oscile entre los 10ºC y 25ºC. No aguanta temperaturas muy frías. Si la tienes en el exterior, en invierno, con la llegada de las bajas temperaturas, la protegeremos con un plástico o la entraremos en el interior.
SUSTRATO. Si mezclamos una parte de tierra con una de arena y dos de turba obtendremos una mezcla muy recomendable para que el papiro se desarrolle sanamente.
ABONO. El momento de abonar la planta es durante la temporada de primavera y verano. Es bueno echar abono una vez al mes, uno que le va muy bien es el fertilizante líquido equilibrado.
REPRODUCCIÓN. Esta especie se reproduce a partir de esquejes. Los esquejes se colocan directamente en el agua hasta que crecen las raíces. Una vez crecidas las raíces los podemos trasplantar en el suelo en el jardín o en macetas. También se puede cortar uno de los tallos, separándolo hasta el tubérculo y plantarlo directamente en la tierra.
Si plantamos el papiros en macetas luego las podemos sumergir en un medio natural, como es un estanque por ejemplo. O se puede plantar directamente en una zona fangosa, a una profundidad de 90 cm, para que pueda sostener la pesada deriva vertical.
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