Su nombre científico es Eicchornia Crassipes, pero comunmente es conocida como jacinto de agua, flor de bora o camarote. Es una especie flotante, con raíces sumergidas, con hojas y flores aéreas. Es de la familia de las Pontederiáceas. En apariencia no tiene tallo, pero está provista de un rizoma muy peculiar, emergente, del que se abre un rosetón de hojas que tiene una superficie esponjosa, en forma de globo, que a su vez forma una bolsa de aire, mediante la cual la planta flota sobre el agua. El limbo se estrecha en la parte central, terminando en una lengüeta plana y redondeada. El color, de un lustroso verde oscuro, contrasta durante la época de floración con el tallo espigado que portan las bellísimas flores malva claro, y que sólo viven unos días. Su masa espesa, de un color entre el marrón y el azul, presenta un espectacular desarrollo y llega a medir 30 cm de largo.
Esta planta de hojas en forma de corazón, originaria del Amazonas, se ha distribuido a lo largo y ancho del planeta, ya que su aspecto ornamental animó su exportación para embellecer lagos y estanques, en jardines de medio mundo. A veces es considerada una mala hierba, ya que puede obstruir las vías fluviales y otros conductos.
Sus flores que se reproducen dando lugar a frutos en forma de cápsula, pero su prodigiosa proliferación y la reproducción artificial más sencilla, se da por división de los estolones, que los plantones emiten durante la estación favorable, originando, naturalmente, una tupida red vegetal capaz de colonizar rápidamente una gran superficie en el agua, formando un tapiz que puede llegar a impedir la navegación.
Al bajar las temperaturas por debajo de los 16 C, se instalarán en interiores, en tanques espaciosos, llenos de agua 'a media altura' y con la rampa luminosa separada un mínimo de 60 cm de la parte más alta de la planta para evitar que se seque o se queme.
Necesita superficies lo más extensas posibles y agua neutra, con un Ph entre 6,8 y 7,5, preferentemente de dureza media alrededor de 12-18 DH y con temperaturas de entre 17 y 28 C, aunque lo óptimo es de 22-24 C. Necesita buena luz y, si es artificial, que provenga de una rampa luminosa completa. Le gustan los suelos areno-limosos, en los que apenas tocan los extremos de las raíces, muy bien provistos de abonos y una nutrición rica.
Se emplea como ‘madre de infusorios’ y criadora de pulgas de agua y otros crustáceos, ya que su utilización en acuarios decorativos resulta imposible, por la altura que tiene el vegetal, que exige mucho margen entre la superficie del agua y la rampa luminosa. En estanques luce mucho y los entendidos la usan para 'cebar' acuarios de cría, conservandola durante el invierno en recipientes de buena superficie a temperatura fresca, 16-17 C, y en lugares con baja iluminación.
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