El iris es una de las flores más espectaculares del jardín. Esta planta cuenta con centenares de variedades distintas, como indica su nombre, los pétalos de esta flor desarrollan una gran cantidad de colores. La cultura griega asoció estas coloridas flores con la diosa mensajera Iris, pensaban que servían como enlace físico entre el cielo y la tierra.
La historia y mitología de estas flores se ha extendido por muchas culturas alrededor del mundo, tanto que en la edad media estas flores estuvieron presentes en la monarquía francesa “la fleur de lis”, conservada como símbolo nacional.
El cultivo del iris
El clima es el principal factor a tener en cuenta para el cultivo del iris, durante la primavera o el verano es el mejor momento (desde mayo hasta noviembre). Lo idóneo es que la temperatura media oscile entre los 5-8ºC mínimo y los 20-22ºC máximo. Si plantamos en el exterior debemos asegurarnos que ya no hay peligros de heladas durante las noches.
Encargaremos los bulbos con mucha antelación y pediremos estos concretando las fechas de cultivo y las condiciones climatológicas al proveedor, para que sepa cuales son los bulbos adecuados para tu cultivo en particular.
Plantaremos las rizomas en un suelo bien aireado y sin enterrarlas demasiado. Mantendremos muy poca separación entre ellas, unos 5 o 10 centímetros de separación entre planta y planta es suficiente. El hecho de no enterrar demasiado sus rizomas hace que estas reciban la luz solar en su parte superior y eso les ayuda a enraizarse. La falta de luz solar afecta directamente al crecimiento, sobretodo a las plantas jóvenes. Si los plantamos en macetas, el mejor momento es durante los meses de septiembre y octubre. Si las tenemos en el exterior procuraremos tenerlas protegidas del frío en invierno.
Mantenimiento del iris
Esta planta realmente necesita pocos cuidados, por lo que el mantenimiento del iris es mínimo. Cuando veas que sus flores se marchitan, retíralas de la planta para que las que están frescas reciban más energía y deja el follaje en la planta hasta que amarillee, normalmente hasta el mes de septiembre. Resulta que esta planta necesita que sus hojas amarilleen como parte del proceso que sirve para la próxima floración. Elimina las malas hierbas que crecen en el interior de la planta para liberar los rizomas. Apenas es necesario regar, esta planta necesita muy poquita agua.
El tiempo de vida del iris es de entre 5 y 10 años. Un aporte de fertilizante orgánico especial para plantas bulbosas una vez al año es suficiente para maximizar su tiempo de vida y es muy bueno hacerlo después de la floración.
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