
La pata de canguro es un arbusto utilizado con fines ornamentales gracias a sus curiosas y coloridas flores, parecidas a patas de canguro colores que van desde el rojo pasando por el naranja, al amarillo hacia el verde esmeralda. Flores tubulares y aterciopeladas dispuestas en racimos. Estos arbustos pueden alcanzar más de un metro de altura.
Este arbusto es una planta de exterior y le encanta que sus hojas respiren y estar bañada por el sol constantemente, aunque también se puede cultivar en interior. En este caso conviene buscar un lugar muy luminoso, para que tenga exposición a pleno sol todo lo posible.

El riego no debe ser demasiado abundante, las patas de canguro no necesitan mucha agua para crecer bien, además se podrían pudrir sus bulbos con un exceso de humedad. Es recomendable regar cada 15 días dos vasos de agua, si la tenemos plantada en maceta, doblaremos la proporción durante el periodo de floración, que suele ser desde mayo a octubre.
Sus flores son muy apreciadas como flor cortada porque duran mucho tiempo con buen aspecto. Las plantas que cultivamos en casa, conviene ir retirando sus flores marchitas, para que las que son jóvenes tengan más vigor.

Estos arbustos pueden ser atacados por pulgones y, si la humedad es excesiva es propensa a tener hongos.