lunes, 18 de julio de 2016

La Phymosia umbellata, una gran aliada de la jardinería sostenible


Para ir a la tienda 
el nou garden hacer clic aquí


La Phymosia umbellata pertenece a la gran familia Malvaceae, esta planta arbustiva produce unas vistosas flores de color carmín que contrasta hermosamente con el verde de sus grandes hojas. En jardinería se utiliza como planta ornamental, resulta muy decorativa, tanto utilizando un ejemplar aislado como en grupo.

La palabra “Phymosia” deriva del griego y significa tubérculo, la palabra “umbellata” se refiere al tipo de inflorescencia, en este caso tiene las flores en umbela. Vulgarmente se conoce como fimosia.

Este arbusto perenne es originario de los bosques húmedos de México. Los ejemplares adultos, bien desarrollados y muy ramificados, pueden llegar a alcanzar los 6 metros de alto, aunque habitualmente los ejemplares más grandes no pasan los 3 o 4 metros de altura.

Es una planta muy indicada para la jardinería sostenible por lo resistente que es al calor y al agua escasa, aunque sensible al frío intenso y al viento seco. No es demasiado exigente con el tipo de suelo, pero prefiere uno suelto y bien drenado si podemos escoger.

Puede vivir tanto a pleno sol como a semisombra, pero si queremos tener una floración abundante hay que tener en cuenta que es mejor la exposición a pleno sol para ello.

No es muy exigente con el riego, por lo que en este sentido es una planta muy cómoda de cuidar. Bastará con un riego al mes para tenerla contenta.

Para abonar la fimosia será suficiente con añadir un poco de estiércol cada 2 años al sustrato.

En climas con una alto nivel de humedad ambiental, la fimosia puede ser atacada por hongos, por lo que en estos casos conviene tener la planta bien ventilada.

jueves, 14 de julio de 2016

El abutilon o farolito japonés (Abutilon pictum Thompsonii)


Para ir a la tienda 
el nou garden hacer clic aquí

El abutilon o farolito japonés es una hermosa planta que procede de América del Sur cuyas flores pueden ser de tonalidades blancas, amarillas, naranjas, rosas o rojos. Los botánicos la bautizaron como Abutilon pictum Thompsonii, seguramente por la prolongada, abundante y muy colorida floración.

Es un planta que da un toque exótico a tu jardín muy agradecida, pues tanto si se cultiva en el suelo como en maceta resulta muy fácil de cultivar. Se suele ver en veranda, en jardines formando macizos o como trepadora en una estructura o muro.

Existen unas 150 especies de abutilon, pueden ser anuales, arbustivas, perennes o de hojas caducas, originarias de todas las regiones tropicales del mundo, incluso híbridos hortícolas. Resultaría fácil confundir a algunas de las especies de abutilon con la malvarrosa o el hibisco, pues al igual que el abutilon, ambas pertenecen a la familia Malvaceae y a veces se pueden parecer.

Es una planta que tanto se puede cultivar en interior como en exterior. En interior necesita mucha luz y le cuesta florecer. En exterior la exposición puede ser tanto a pleno sol como a semisombra. Para una floración precoz y más abundante cuanto más sol mejor, sin embargo, el resto de temporada es aconsejable un poco de sombra y al abrigo del viento.

Resiste las heladas suaves (-5ºC) y vuelve a brotar cuando entra la primavera. Pero no son plantas conocidas por la resistencia al frío, por lo que deben ser cultivadas en los climas templados o cálidos. El primer año es cuando la planta es más sensible al frío, para protegerlas conviene trasladar el abutilon al invernadero a al interior, a partir del otoño en lugares con clima fresco.

Para crecer sanas y fuertes requieren un terreno ligero, fértil, rico en humus y con un buen drenaje. Si los nutrientes que absorben son demasiado escasos lo podemos detectar si observamos que las hojas de la parte inferior se mueren.

En maceta abonaremos con fertilizante líquido cada dos semanas, entre primavera y verano. Cuando se cultiva el abutilon en interior conviene trasplantar en macetas un poco más grandes durante la primavera, al comienzo del nuevo crecimiento de la temporada.

Los ejemplares adultos requieren una buena poda del crecimiento del año anterior, justo antes de que comience a brotar de nuevo al llegar la primavera, de este modo obtendremos unos bonitos ejemplares bien frondosos desde abajo. Las ramas que se deben cortar son las viejas y las más débiles.

miércoles, 13 de julio de 2016

El cultivo de la boina de Vasco


Para ir a la tienda el nou garden hacer clic aquí

El nombre botánico de la boina de Vasco es Farfugium japonicum, aunque también se conoce como capa de reina. Es una planta perenne que pertenece a la familia Asteraceae, originaria de la parte este del continente asiático (centro y sur de Japón), donde puede llegar a alcanzar los 75 centímetros de altura. Para polinizar sus flores amarillas, dotadas de unidades reproductivas hermafroditas, la boina de Vasco se vale de los insectos. La floración de esta planta es entre finales de verano y principios de otoño.

El suelo idóneo para el cultivo de la boina de Vasco es los de pH ácido, neutro o alcalino. Los soportes con textura arenosa, franca o arcillosa son los más recomendables para que la parte subterránea crezca cómodamente y con vigor, pues generalmente estos soportes mantienen la humedad del suelo.

Si se cultiva en maceta, es importante que éstas sean grandes para que tengan un soporte lo suficientemente grande, pues con el tiempo adquieren un tamaño considerable y una maceta demasiado pequeña no las sostendría bien.

Teniendo en cuenta lo que acabamos de comentar ajustaremos el riego intentando mantener un nivel de humedad en el suelo constante, según la textura que éste tenga, lo expuesto que esté al sol, la humedad ambiental, la temperatura, etc., necesitará más o menos agua.

En cuanto a la exposición solar no es nada exigente, puede crecer cómodamente tanto situandola en un lugar a la semisombra, como a pleno sol. Como vemos es es una planta fácil de mantener y fácil de ubicar.

La resistencia de la boina de Vasco con respecto a las condiciones adversas hay que tener en cuenta que estas plantas aguantan las bajas temperaturas propias de la zona 8 (entre -9ºC Y -12ºC).

Los caracoles y las babosas son el principal problema de esta planta, atacan el follaje y lo dejan con un aspecto bastante feo. Sabiendo esto procuraremos tener a estos bichitos lejos de nuestras plantitas.